Paseo por el bosque de Trois Monts
La iglesia románica de Mazille, rodeada de verdes prados, es un bello espectáculo.
El sonriente pueblo, con sus hermosas casas mâconnais, ha conservado otros edificios catalogados de su importante pasado cluniacense, así como una animada tradición de hospitalidad. El paseo se aleja del pueblo de las piedras doradas, dejando prados y megalitos por el camino, y se adentra en el bosque de Trois Monts. Esta zona boscosa, con sus numerosas especies de árboles, constituye un hábitat natural para jabalíes y corzos. La luz juega bajo las cornamentas y los senderos están perfumados. Hay dos paradas en el camino: la casa forestal de Jalogny y la fuente de Cébée. Esta última, en el corazón del bosque, alberga el manantial que abasteció de agua potable al pueblo durante muchos años.
Localización